Bibliografía 4 (6/10/14).

BIBLIOGRAFÍA IV.


 Heitkemper M. Intervención enfermera. Problemas del tracto gastrointestinal superior. En: O´Brien P, Giddens J, Bucher L. Enfermería Medicoquirúrgica. Valoración y Cuidados de Problemas Clínicos. Vol II. 6ª ed. Madrid: Elseiver; 2004. p. 1029-1079.

Para introducir el tema del que voy a  hablar comenzaré diciendo que el reflujo gastroesofágico es un síndrome en el cual el contenido ácido del estómago vuelve hacia al esófago como resultado de algunos factores como pueden ser un mal vaciamiento gástrico, la pérdida del tono del esfínter esofágico inferior, la hernia de hiato…
Como el reflujo gastroesofágico puede ser resultado de diferentes factores, los cuidados y técnicas que se han de emplear para solucionarlos también son diversos. La mejora de este síndrome podría darse mediante:
-       La modificación de los estilos de vida, prestando atención a la dieta, a los fármacos, a la secreción ácida y eliminando malos hábitos.
-       La terapéutica nutricional. Por ejemplo si se evitan las comidas grasas no se enlentecerá el vaciado gástrico, ni disminuirá el tono del esfínter esofágico inferior. Además del consejo de evitar diferentes alimentos, también se instruirá sobre la realización de hacer comidas frecuentes pero no copiosas, evitando también comer en las últimas horas del día.
-         El tratamiento farmacológico, dirigido especialmente al aumento del tono del esfínter esofágico inferior (betanecol), el aumento del vaciado gástrico, la disminución de la acidez (antiácidos, bicarbonato…) , la protección de la mucosa, la disminución de la secreción ácida (omeprazol).
Pero cuando estos métodos a largo plazo no funcionan, si existe hernia de hiato o si se dan otro tipo de complicaciones, el siguiente paso sería el tratamiento quirúrgico. La mayoría de los procedimientos se realizan mediante laparoscopia, con objetivos de reducir el reflujo.
Las intervenciones quirúrgicas en estos caso se denominan procedimientos antirreflujo y consisten es envolver el fondo gástrico sobre la porción inferior del esófago en diversas posiciones. También existe un tratamiento por endoscopia que consisten el la introducción de cuatro catéteres con un alón para darle tono al  músculo liso de la unión gastroesofágica. Este último procedimiento será llevado a cabo en personas que candidatas a someterse a cirugía, en aquellas que no toleren la medicación…

Así pues las intervenciones que debe llevara  acabo la enfermera para la disminución del reflujo pueden ser:
-       Vigilancia de que el paciente no se tumba hasta pasadas 2-3 horas después de haber comido.
-       Evaluación de los efectos de los fármacos (eficacia y efectos adversos).
-    Prevención de las complicaciones respiratorias, mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico y la prevención de la infección.
-       Mantenimiento de la permeabilidad de la sonda nasogástrica.

Tras el tratamiento no debería de haber síntomas de reflujo gastroesofágico, pero el paciente debe notificar si padece los síntomas de pirosis y regurgitación e incluso disfagia (adaptando entonces la dieta).


He escogido este libro ya que hace una valoración muy detallada de todos los síntomas, manifestaciones y problemas potenciales que pueden surgir en el tracto gastrointestinal superior. Definiendo todos ellos de forma concisa, siempre especificando las intervenciones de enfermería que se deben de abordar en cada caso. Me ha sido útil para obtener una información extra sobre lo que hace la enfermera en estos casos ya que en el tema se hablaba del reflujo atendiendo a diagnóstico y demás pero no en las intervenciones de enfermería.

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